sábado, 14 de mayo de 2011

El ser humano tiene la tendencia de dar mucha importancia a la luz, ya que aproximadamente 80 por ciento de la información que recibe viene de sus ojos. La visión no es una acción pasiva en respuesta a los objetos iluminados, sino la acción de procesar la información y enfocar en los detectores de luz de la retina del ojo. Esta información se almacena y transfiere a su vez a través del nervio óptico hacia el cerebro para su interpretación. La visión es, por lo tanto, dependiente de la luz y del sistema visual.
   La cantidad y la calidad de la luz que recibe el ojo humano tiene una influencia directa en la manera como se ven las cosas; los grandes arquitectos, incluyendo los diseñadores del Partenón, de los emplazamientos arqueológicos mayas, los constructores de las catedrales góticas, así como los arquitectos del presente siglo, han comprendido el impacto que tiene la luz natural y su importancia al desarrollar los ambientes adecuados para el hombre. Si bien la luz natural y la artificial tienen sus características individuales y diferentes atributos cualitativos, la luz en general puede ser utilizada por la arquitectura tanto para crear efectos agradables como para proporcionar espacios lumínica-mente adecuados a la tarea visual específica que se vaya a desarrollar. Lo mismo que emplea el tabique, el acero, la piedra y el concreto, la luz no debe emplearse como simple elemento decorativo, sino como parte estructural de la arquitectura.




Centro Acuático Nacional, Pekin.  John Pauline.
Esta especie de almohadillas transparentes, permiten que este espacio arquitectónico esté iluminado al 90 por cierto por luz solar, y consiguen que el agua de la piscina se refleje por el interior de toda la estructura.

La importancia de la luz  en la Arquitectura.
 La luz es la primera de las condiciones variables que influyen en la arquitectura. La luz es una de las condiciones que rodean a la arquitectura, pero también puede ser utilizada como elemento. La luz solar es el medio dominante a través del cual la gente experimenta la arquitectura; pero la luz, tanto natural como artificial, puede ser manipulada por el diseño para identificar lugares concretos y darles un carácter específico. Si consideramos la arquitectura como escultura, concluiremos que es precisamente la luz la que nos permite verla y apreciar sus formas. Si pensamos en la arquitectura como identificación del lugar, distinguiremos entre lugares claros y lugares oscuros, lugares iluminados por una suave luz uniforme, mientras que otros se caracterizan por una fuerte luminosidad y unas sombras muy marcadas; lugares con luz moteada y otros en los que la luz esta cambiando continua pero sutilmente.
La luz puede relacionarse con la actividad del lugar. A cada actividad se le puede encontrar el tipo de luz resultante mas apropiado para llevarla a cabo. La luz cambia y puede ser alterada. La luz del cielo varia a través de los ciclos de la noche y el día, y también a lo largo de las diferentes estaciones del año; a veces, llega matiza o difusa por la presencia de nubes. Las variaciones de luz pueden ser estimulantes. La luz natural puede ser explotada para definir lugares. Sus cualidades pueden ser alteradas deliberadamente por el diseño, variando la forma de penetración de los rayos solares en el edificio. 
La luz puede contribuir de muchas maneras a la identificación de lugares por medio de la arquitectura. El modo como la luz contribuye a la identificación del lugar es parte consustancial de la arquitectura. El tratamiento de la luz juega un papel importante en la organización conceptual del espacio y determina el modo como se usan los elementos primarios de la arquitectura. La luz contribuye al ambiente del lugar. No cabe duda de que la iluminación adecuada para un lugar de contemplación o de oración debe tener cualidades muy distintas a las de un lugar donde se juegue al baloncesto o a las de un quirófano donde se practiquen operaciones. El mismo lugar puede cambiar radicalmente de carácter según el modo de iluminarlo.

Catedral de Santa Marí. Kenzo Tange.Entre los muros de concreto aparente y dejando un espacio entre ellos se ubican 4 grandes vitrales que permiten el paso de la luz natural logrando un efecto de luz ámbar en el interior de la iglesia, algo muy usado en iglesias europeas.


Museo de Louvre en Abu Dhabi. Jean Nouvel.

Museo de Louvre en Abu Dhabi. Jean Nouvel.

Biblioteca de Alejandria -Egipto. Snøhetta.

La luz natural nos ofrece sensaciones imposibles de conseguir con otros elementos, nos proporciona calidez y un encanto especial. Sus beneficios no cuentan solo desde el punto de vista energético, aporta también a la salud humana y a la salubridad de la edificación.
Es aconsejable que a la hora de proyectar una construcción se tengan en cuenta estos detalles; es posible con un previo análisis predecir la cantidad de luz que ingresará a los ambientes para que esta no se transforme en una desventaja debido al calor por radiación. Una buena orientación nos permitirá reducir el consumo energético, no solo por el ahorro en iluminación sino también al momento de aclimatar la edificación.